domingo, 19 de diciembre de 2010

QUERIDO ENZENSBERGER:


Hace tan poco que fuiste mío que tus ojos, tus mejillas, tus cabellos aún me pertenecen.
Que es cierto, que te he perdido y que cuando te veo, ya no te reconozco.
Pero es que hace sólo unas semanas aún me despertaba tu reloj.
Y hoy estás tan lejos que no sé ni cómo te recuerdo.
Además sé que te tengo que olvidar.
Estoy en ello.
Pero aún no consigo explicarme porqué te has ido.
E intento buscar el motivo.
Porque ambos sabemos que no existía amor.
Lo sabemos perfectamente bien.

(Imagen: Brassai)

No hay comentarios:

Publicar un comentario