sábado, 9 de abril de 2011

SUEÑOS DE ALGODÓN


Anochece y siento miedo. Los relojes de arena nada saben de la luz. Pienso en la oscuridad y lamento que no seas la almohada del tiempo donde posar mi decapitados sueños. Quiero renacer cada día a tu vera y suspirar mis despertares entre algodones, franelas o tules. Podrías besar mi cuello cada mañana, respirando el vaho de perennes amaneceres. Te deseo presente y corpóreo, no un simple retazo de luna llena que vacía mis noches de vigilia y desvelo. En las verbenas del amor, vendrán a bendecirnos los sacerdotes salios. Yo morderé el nudo de tu garganta, dolida por gritar mudo mi nombre.

(Imagen: Brassai)

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